En mi primaria, todo no fueron llantos. Los seis años no
estuve llorando, si hubiese seguido llorando me hubiese reído de mi misma
porque eso es una barbaridad. Recuerdo que en primero de primaria cuando no
lloraba la maestra me ponía una nota diciendo que no había llorado y mis
compañeros me aplaudían, ahora esta situación me resulta muy vergonzosa, ahora
la vergüenza que me da pensar en esa situación no es normal.
Los maestros que recordaba, recuerdo y recordaré siempre,
como dije en una entrada anterior, son María del Mar. Ella fue también un pilar
fundamental en mi vida, porque ella hacía que los días fuesen más cortos y que
los malos momentos que pasaba, no fuesen tan malos. De ella me acuerdo bastante
aunque yo solo tuviera 6 añitos, la recuerdo como el primer día aunque su cara
no la recuerdo del todo bien pero de sus hechos me acuerdo de todo. Me
encantaba como nos enseñaba las letras del abecedario, cada día al llegar a
clase había una letra diferente con un dibujo en la pizarra. Era maravillosa.
Otro maestro para recordar, es Nacho. Un maestro que vale
mucho y hace que todos los niños estén deseando que llegue la hora de música
porque es la hora más divertida que podíamos tener. Cada día hacíamos algo
diferente, lo que más recuerdo es un día que en parejas teníamos que
prepararnos una canción y después cantarla delante de él y de nuestros demás
compañeros. Seré tímida pero en esos momentos la timidez fue algo
insignificante porque este maestro da tal confianza que la timidez desaparece.
Qué suerte tuve de tenerte de maestro, Nacho.Música como estilo de vida. |
Y con esta foto cierro mi etapa educativa de primaria.
BONITOS RECUERDOS. |
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