viernes, 30 de enero de 2015

La temida palabra: SELECTIVIDAD.

La selectividad es una prueba escrita que se realiza a los estudiantes que quieren acceder a estudios universitarios en universidades públicas o privadas. Este examen forma parte de las Pruebas de Acceso a Estudios Universitarios (PAU), en los que, además de la selectividad, tiene que ver la nota que se saque en los cursos anteriores de Bachillerato.

Al ser ya alumnos de 2º de Bachillerato, nos acercamos a esa prueba que todo el mundo la piensa con miedo. Esta palabra, “selectividad”,  es una de las palabras que más podemos escuchar en 2º de Bachillerato y más esta semana, que estamos teniendo charlas sobre las carreras que podemos hacer en nuestra modalidad, que nota hay que sacar para poder acceder a la carrera que quieras hacer, etc. Esa palabra nos perseguirá durante todo el año, vayas o no vayas a hacerla, no importa, tienes que soportar todo lo que hablen de ella.

Todos los días a todas horas escuchamos la palabra “selectividad” y si no la escuchamos es raro porque es algo con lo que los profesores insisten mucho, hay muchas preguntas del alumnado que invaden sus pensamientos, como por ejemplo, ¿pero esto cómo lo preguntan en selectividad?, ¿te dan opciones, no? Aunque quedan unos cuantos meses para esta prueba, sabemos que los meses se pasan en nada, y que realmente está a la vuelta de la esquina. La mayor preocupación de todos es conseguir la nota que deseamos para poder entrar en la carrera que queramos.

Resumiendo, en bachillerato empezamos con mucha presión para sacar buena nota durante los dos cursos y pueda ayudar a subir la nota, los profesores insisten con selectividad y el miedo está presente durante todo el curso.

Hay que pensar que "todo esfuerzo tiene su recompensa" y que "quien quiere, puede."


Amistad.

En la actualidad, llamamos amigos a todas las personas que conocemos sea por Internet o no, los consideramos así, pero sabemos que realmente son simples conocidos. El concepto de "amigos" ya no es lo que era antes, porque ahora a los que podemos llamar "amigos verdaderos" son aquellos que están apoyándote en los malos momentos de tu vida; y disfrutando contigo de todo lo bueno que te ocurra y a la vez alegrándose por tus triunfos. 

Es verdad que en las redes sociales conocemos a muchísimas personas, pero también es verdad que son solamente conocidos, porque a lo mejor no los hemos visto en nuestra vida. La mayoría de los seguidores que tenemos, por ejemplo, en Twitter, son conocidos o gente famosa. Esos conocidos que ves por la calle y ni te saludan, y famosos que a lo mejor te pueden ver, sí, pero a los días puede que ya ni se acuerden de ti. Si solo siguiéramos en las redes sociales a los que son de verdad nuestros amigos, yo creo que todos tendríamos cinco seguidores más o menos, ya que hoy en día los amigos de verdad se pueden contar con los dedos de una mano. 

Según dice el periodista de "The times", solo podemos memorizar 150 personas, pero en este caso, son conocidos, no amigos. Porque hoy en día, ¿qué persona tiene una gran cantidad de amigos? Yo pienso que nadie y si hay alguien es digno de admirar. 

Otra de las cosas que son ciertas, es que algunas personas de las que seguimos en las redes sociales pero no hemos hablado con ellas nunca, te ven por la calle y te saludan como si te conociesen de toda la vida y tu te quedas asombrada. Algunos de los seguidores también pueden seguirte por "cotillear" lo que publiques en las redes y a veces te conoce gente que tu no sabías ni que existía, que sabe más de tu vida que tu mismo.


"La verdadera amistad no se trata de ser inseparables, si no de poder estar separados sin que nada cambie."

jueves, 29 de enero de 2015

Si yo fuera rica...

Todo el mundo hemos pensado alguna vez en ser ricos e imaginarnos que haríamos con tanto dinero: gastarlo en comprar ropa, ir de viaje, comprar una casa de lujo, un coche que llame la atención, ayudar a nuestras familias en caso de que lo necesiten, etc.

En mi caso, no variaría mucho lo que yo haría con el dinero, una parte la acabaría consumiendo en aquellas cosas que siempre me han gustado pero que por cuestiones de dinero no ha podido ser. Una de las cosas que he pensado es recorrer parte del mundo para conocer lo que hay fuera de mi localidad, resumiendo, pasar mis ratos libres disfrutando y sin ningún tipo de preocupación. También me plantearía ir a conocer a gente famosa  e ir a conciertos deseados que hasta ahora no he podido ir, ¿y por qué no algunos caprichos?

Soy consciente de que el dinero no crece en los árboles, por lo tanto si tuviera la suerte de convertirme en una persona rica, una parte de ese dinero tendría que ser gastado con cabeza para poder vivir cómodamente el mayor tiempo posible.

También sé que hay gente que necesitaría el dinero más que yo, por lo que trataría de ayudarlos, pero siendo sinceros es raro que alguien destine todo el premio únicamente a ayudar, sin embargo, no debemos de ser avariciosos; porque quizás en ese momento tengamos suerte pero dentro de no mucho seamos nosotros los que necesitemos ayuda. Sabemos que los más necesitados se conforman con poco y también sabemos que nosotros estamos acostumbrados  a conformarnos con lo que tenemos, tengamos más o menos dinero, así que ¿por qué no poder darle aunque sea una cuarta parte del dinero que se gane a las personas que los necesitan más que nosotros? Aunque tampoco hay que ir derrochando porque si pensamos en el bien de los demás y no un poco en nuestro futuro, los que podemos salir malparados somos nosotros mismos.

En definitiva, si yo fuera rica… cumpliría algunos de esos típicos tópicos (comprar ropa, viajes, casas, etc.), y al mismo tiempo trataría de ayudar a aquellos que lo necesitasen. 

viernes, 23 de enero de 2015

Tan pequeña y a la vez tan grande.

Lucía.
Hay etapas en nuestras vidas que somos muy caprichosos y que si algo pasa que no nos gusta, solo sabemos ponerle pegas. Yo me quejaba cuando mi tata, la cual es como si fuese mi hermana aunque sea mi tita, tenía un bebé, yo siempre quería que tuviese una niña. Cuando tuvo a mi primo, yo solo tenía 6 años, llegó a mi casa diciendo que iba a tener un niño, yo me cabreé y dije “yo quiero una niña, cámbialo”, como si este tipo de casos se pudieran elegir... Pero no era consciente de ese tipo de cosas ya que era muy pequeña. Recuerdo que me puse a llorar como si me hubiesen quitado alguno de mis juguetes preferidos.

Cuando vas creciendo y madurando, te das cuenta de que lo importante es que el bebé esté bien y que no importa del sexo que sea. Pero lo que deseaba con tantas ganas cuando era pequeña, llegó el año pasado, en el 2014, con mis 18 años, que siendo consciente ya de todo, lo vives con más intensidad. Esa poca preocupación por la salud del bebé que tenía cuando era pequeña, esta vez, como es normal, mi mayor miedo era que a mi primita le pasará algo malo, que mi mayor deseo desapareciera como si nada. Cada día que iba a ver a mi tata, le tocaba la barriga para sentir a la pequeña que llevaba dentro, esa pequeña que apareció en el momento clave de mi vida, en un momento de mi vida que todo lo veía negativo, que todo lo malo me pasaba a mí.

Como todos sabemos, hay personas que aunque sean pequeñas, nos hacen sentir las personas más felices del mundo, en mi caso esa persona es ella, la que llegó en el 2014, una personita inesperada que se interpuso en nuestro camino, esa personita que empezaba a formarse en la barriga de su mamá, sin ella ser consciente, ya se había convertido en una persona muy importante para nosotros, aunque no conociésemos su carita, daba lo mismo, lo que deseábamos es que todo siguiera para adelante, tan perfecto como estaba yendo. Y así siguió, tan perfecto que llegó la noche del 31 de mayo y nació esa preciosidad de niña, esa niña con la que nos quedamos con la boca abierta, como se suele decir.  

Esa noche todos como locos celebrando que había nacido, sin poder dormir, deseando que llegase el siguiente día para ir a verla... Y es que ella, tan pequeñita, es la alegría de la casa, la niña consentida de la familia, la que con una sonrisa alegra a cualquiera, la que en los días de agobio con un simple 'tata' te olvidas del agobio por un momento, la que te come a besos cuando menos te lo esperas, la que te hace pedorretas con la boca y te saca la lengua sin ninguna razón... Simplemente ella, una niña especial en mi vida, en la de sus papis y en la de todos.

¿Cómo puede ser tan pequeña y a la vez tan grande?

jueves, 22 de enero de 2015

No todo es cierto. (Lit. Universal)

Solo tenemos que escuchar brevemente cualquier conversación cercana para darnos cuenta de que vivimos rodeados de tópicos, los estereotipos forman parte de lo que podríamos llamar nuestra “cultura", hagamos referencia a tópicos nacionales o internacionales: “los alemanes son cuadriculados”, “las portuguesas llevan bigote”…
Al mismo tiempo, debemos tener en cuenta que el mundo del tópico es muy amplio y aunque nos cueste admitirlo en su mayoría aceptarlo, sobre todo cuando no se refiere a uno mismo, en ese caso siempre es falso y siempre es negativo.

Desde mi punto de vista, puede haber algo de verdad en los tópicos, o más bien puede que alguno de estos no esté tan equivocado, por ejemplo, el tópico de que “el español cuando habla va directamente al grano”, es decir, esa creencia de que somos personas directas y que en ocasiones eso puede llevar a la impresión de que somos un poco groseros, no me parece un tópico falso, porque es lo que observamos en conversaciones ajenas que escuchamos de otras personas.

Es evidente que para mí, en su mayoría estos tópicos y estereotipos no tienen utilidad, y esto es debido a que muestran una realidad deformada, aumentada, exagerada, o que generalizan; por lo tanto como fuente de información para conocer características de otras culturas o nacionalidades no nos sirve. Por ejemplo, la creencia de que el andaluz es vago y el catalán tacaño, obviamente habrá alguna persona que cumpla lo dicho pero no hay que generalizar algo que no se sabe con certeza.

Por último, yo creo que los tópicos si son dañinos porque representan algo que no es cierto, porque se pueden considerar como un insulto, por ejemplo, aquel que se refiere a los jóvenes llamándolos “nini”, como personas que no quieren estudiar ni trabajar cuando la realidad es que no todo el mundo puede continuar estudiando ni logran un trabajo decente o por asuntos ajenos no se pueda seguir con los propósitos que uno desea.

Por todo esto y por muchas cosas más que me dejo en el tintero, tengo claro que todo no es cierto, que algunos tópicos pueden señalar una característica más o menos común pero que la gran mayoría de ellos solo sirven para aumentar un rasgo falso o para generalizar algo que forma parte de un solo individuo.

"Holi, en Twitter hablamos raro, un besi."

Holi.

Hoy en día los adolescentes en Twitter, hablamos raro. Usamos expresiones como "holi", "un besi", "lo puto mejor", etc, que hacen que la conversación que tengamos con alguna persona de la red social, sea por así decirlo más amena. Las expresiones más usadas en las redes sociales son las palabras terminadas en -i, lo que más se usa es lo dicho anteriormente, la palabra "holi".

También decir términos así, sirve para suavizar el contenido de un comentario que quizás no esté siendo muy positivo, por ejemplo, que digas algo con ironía y al final de dicho comentario, pongas " un besi ;)", de esta manera no suena tan mal al leerlo y no causará malas reacciones. Algunas personas también pueden escribir con demasiadas faltas de ortografía porque así saben que el tweet que han publicado lo van a ver más personas, por el simple hecho de tener más faltas de ortografía hace que llame la atención del lector, es decir, pueden utilizar estos métodos para llamar la atención de sus seguidores.

Un besi.

miércoles, 14 de enero de 2015

La realidad puede ser ficción pero siempre verosímil. (Lit. Universal.)

Cuando observamos nuestro mundo podemos diferenciar lo que ocurre en tres categorías: realidad, ficción y verosimilitud. Las tres clases conviven tendiendo siempre a ser tratadas como categorías opuestas entre ellas, sin embargo, la realidad puede ser ficción pero siempre verosímil.

En cuanto al tema de realidad, hay varios significados que la definen, para mí el más acertado es que es lo que ocurre verdaderamente en el mundo real, son un reflejo fiel de las cosas libre de invenciones. Una frase que refleja lo que yo creo por realidad sería: “La realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece.” (Philip K. Dick).

Al lado contrario de la realidad, tenemos la ficción que es algo imaginario, algo creado. ¿Realmente la ficción está totalmente separada de la realidad? Para mí la ficción supone cambiar la realidad exagerándola, partiendo de ella podemos imaginar nuevas situaciones que nos ayuden a crear esa ficción. En este sentido tendríamos la frase de Mario Vargas Llosa “Cuando la realidad se vuelve irresistible, la ficción es un refugio. Refugio de tristes, nostálgicos y soñadores.” Por otro lado, podemos ver como por ejemplo, el libro de “El niño con el pijama de rayas” que nos muestra un marco real (los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial) pero con un poco de ficción para enseñarnos una realidad a través de una historia irreal (la amistad entre los dos niños).

Por último, está el concepto de verosimilitud, es algo creíble. Tanto la realidad como la ficción pueden ser creíbles pero normalmente creemos que la realidad es lo que de verdad pensamos que es lo único que es creíble. Como bien dice Nicolás Boileau “Lo verdadero puede a veces no ser verosímil”, porque hay hechos de la realidad que creemos imposibles y al contrario, hay hechos que forman parte de la ficción que son totalmente creíbles.

Actualmente, la realidad no siempre tiene que ser realidad si no que puede llegar a ser ficción; y la ficción no siempre tiene que ser ficción si no que puede convertirse en realidad.

La música.

La música es algo que me acompaña en mi día a día y en el de casi todas las personas, porque la música se ha convertido en algo esencial en la vida de casi todo el mundo, algunas personas si no escuchamos música todos los días es como si hubiésemos tenido un día incompleto, como si nos faltara algo por hacer.

Como bien dicen, la música afecta en nuestro estado de ánimo, cuando estás escuchando una canción te puede transmitir más sentimientos y emociones que cuando te habla una persona. Con la letra de una canción te puedes identificar y que el cantante lo cante con sentimiento te ayuda a que te transmita más.

La música a veces describe algunas situaciones por la que estamos pasando actualmente o hemos pasado anteriormente, dicho esto, a veces utilizamos canciones para transmitirle a la otra persona lo que sentimos ya que con la letra que conlleva esa canción le transmites todo lo que quieres decir y sientes en esos momentos, ¡y qué mejor que mostrar lo que sientes a través de una canción!

A veces decimos que cuando tenemos problemas y nos ponemos a escuchar música, es como si nuestros problemas perdiesen importancia, lo cual es cierto, nos calma un poco esa ansiedad que nos da. Dicho esto, se puede decir que es completamente cierto, porque a las personas que tienen algún tipo de enfermedad, utilizan la música como terapia en esos momentos difíciles de sus vidas. 


Pienso que en la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo es música hecha realidad. La música es el sonido de los sentimientos, porque con una canción ya se puede expresar todo lo que uno siente. La música también nos ayuda a no sentirnos solos en determinados momentos.
Y opinando de la música, me ha llamado la atención una frase de Víctor Hugo y otra de Oscar Wilde: "La música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y no puede quedar en el silencio"; "El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos".