Ahora lo pienso y la verdad es que no se por qué lloraba, porque pienso en la primera maestra que tuve en primero de primaria y la manera de dar clase que tenía y además ella era todo un encanto, una maestra que vale la pena recordar siempre por los momentos que nos ha hecho vivir a pesar de mis lágrimas que las vamos a dejar en un segundo plano.Tuve la mejor maestra que se puede tener al empezar en un colegio "nuevo" y una nueva etapa escolar que no sabes como será.
Los maestros que más me han marcado en mi etapa de primaria fueron María del Mar, la maestra de la que he hablado anteriormente, Nacho, el maestro de música, y Maribel, la maestra de inglés. A mi estos tres maestros me han hecho pasar muy buenos momentos y si me dicen que tengo que elegir el mejor entre los tres, no sabría qué decir, me pondrían entre la espada y la pared porque es imposible decir un nombre, cada uno es el mejor "a su manera".
Lo que puedo destacar también, son mis compañeros de primaria. No me puedo quejar de los compañeros que me tocaron aunque había uno que no me transmitía buenas sensaciones por su comportamiento en clase y su apariencia. En el recreo, todos eramos uno, cuando alguno tenía un problema, todos íbamos a ayudarle como pudiéramos o si no podíamos ayudarle nosotros, llamábamos a algún maestro para ver si podía hacer algo por nuestro compañero. Pero lo que para nosotros eran grandes problemas y no sabíamos solucionar, los maestros los solucionaban en un "pís pas".
Pero eso sí, cuando llegamos a sexto, que nadie nos dijera nada porque nos sentiamos los "mayores" del colegio y a los "mayores" había que respetarlos.
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