miércoles, 29 de abril de 2015

Mi blog.

Nunca imaginaba que iba a hacerme un blog pero esta asignatura, "Comunicación y redes", conllevó a crearme un blog y cada semana hacer entradas de temas diferentes. Realmente, hacerme un blog y estar durante todo un curso escribiendo en él ha sido una buena experiencia.

Yo tenía otro concepto de lo que era un blog, yo creía que los blogger los utilizaban las personas que eran expertos en algo, pero gracias a esta asignatura y al profesor por decirnos que nos creáramos un blog, me he dado cuenta que el concepto de blog que yo tenía era equivocado. Al publicar entradas, te das cuenta que te leen personas de muchas partes del mundo y te alegra que haya gente que le guste tu blog y lean tus entradas.

En este blog he publicado entradas de muchos temas diferentes, en algunas de ellas me he desahogado yo misma con temas que llevo dentro de mí y quizás no hubiese soltado nunca. Pero tener un blog es para eso, para que te expreses libremente sobre el tema que quieras, sean sentimientos o no. Y todas no son entradas de mis sentimientos, también hay entradas donde expreso mi opinión sobre algún tema o programas de televisión, así sea opiniones a favor o en contra, en lo que algunas personas pueden estar de acuerdo o no.

Ya está llegando el fin de este curso y quizás también de mi blog, aunque no es seguro que sea así, puede ser que algunos días publique algo. Así que esto no es un adiós sino un hasta pronto. 

sábado, 25 de abril de 2015

Mi etapa de Bachillerato.

Para mí ha sido la peor etapa que he vivido durante todos los años de estudiante que llevo. Quería empezar bachillerato en el “IES Nazarí” pero por desgracia ese año no estaba todavía bachiller. Por esto, me tuve que ir al “IES Mediterráneo”, no lo he pasado más mal en mi vida como en ese instituto, sentía que nada me salía bien y que ningún profesor me ayudaba, me deprimía la poca confianza que tenía el profesorado en nosotros.

Como he dicho antes, sentía que nada me salía bien y al final acabé repitiendo 1º con cuatro asignaturas, las cuales aprobé al año siguiente con otro punto de vista más positivo porque como siguiera negativa no iba a pasar de 1º. Me cabreé bastante al saber que iba a repetir ya que nunca me había quedado nada ni había repetido ningún curso, yo en ese verano no paraba de decir con las lágrimas saltadas “yo al instituto no voy más” pero me acabaron convenciendo y diciendo que por que repitiese un año no pasaba nada, pero yo eso no me lo podía permitir, pero bueno, saqué fuerzas de donde pude y saqué primero sin ninguna pendiente.

Por una acumulación de cosas acabé mala, y no pude cursar 2º de Bach., me tuve que dar de baja porque era incapaz de volver al instituto. Lo pasé mal ya que yo quería sacarme bachiller ese año, pero no pudo ser porque lo más importante era mi salud. Yo pensaba rendirme pero acabé matriculándome en el “IES Nazarí” y menos mal que me aceptaron porque al “Mediterráneo” yo no iba a volver más.  Y aquí estoy otra vez en este instituto que quién me diría que iba a volver a estar aquí y reencontrarme con algunos maestros que tuve en la ESO como Aitor Lázpita, que antes me daba Lengua y ahora Literatura Universal y Comunicación y redes.

Con mis más y mis menos pero sigo intentando sacarme 2º de bachiller este año. La frase que más he repetido este año ha sido “estoy harta, yo me salgo del instituto”, pero esto se queda en palabras porque no me voy a rendir, falte los días que falte al instituto o suspenda algún examen o no.

Algo que me repetiré siempre… “Saray, TÚ PUEDES.”

De este año me llevo a muy buenos compañeros y muy buenos profesores, que nos dan alguna charla que otra cuando estamos de bajón. 
Todas somos una.
A pesar de todo, siempre con una sonrisa.

Mi etapa de la ESO.

Comencé y acabé mi etapa de la ESO en el “IES Nazarí”. Esta fue una de las mejores etapas de mi vida, aunque no sabía qué me iba a encontrar allí. Yo quería que me tocasen con todas mis amigas de primaria, como toda la gente que fue de nuevas allí, creo yo, pero eso no fue así, me tocó solo con una amiga y que no había estado en mi clase de primaria. Lo bueno es que en el recreo nos volvíamos a ver todas de nuevo.

Los primeros días, todo eran nervios porque se me pasaban muchas preguntas por mi cabeza, como por ejemplo, ¿será difícil la ESO?, ¿me tocarán maestros buenos o malos?, y más, típicas de una niña con 12 años que no sabía cómo iba a ser esta nueva etapa. Mi mayor preocupación era que me quedase alguna asignatura, pero como una campeona saqué los cuatro cursos sin que me quedara ninguna hasta sacando mejores notas que en primaria, algo que no me esperaba pero así fue.

Con lo que me quedo de la ESO son con todos los buenos momentos que he vivido, al montón de compañeros que he tenido y he conocido que de ninguno puedo tener queja y de la suerte que he tenido con todos los profesores que me han tocado que me han tratado todos muy bien y muy atentos cuando me pasaba algo. Bueno, en realidad si tengo queja de uno que ni me acuerdo de cómo se llama pero me daba tecnología.

Mi anécdota con ese maestro fue que en una clase estábamos mi grupo de amigas y yo trabajando y dio la casualidad de que yo estaba en mitad del grupo y estaban todas hablando menos yo, porque en esa misma clase había que entregar lo que había mandado el maestro entonces mi propósito era acabarlo y si hablaba no lo iba a acabar. Entonces por ser la única que no estaba hablando, el maestro me llamó “bicho raro”, cosa que me molestó bastante y tuvo que hablar mi tutor con él, en ese curso mi tutor era Aitor Lázpita.

A pesar de esto, me llevo buenos recuerdos de mi paso por el “Nazarí” en la ESO y lo anterior solo quedará en una anécdota, malentendido o cómo se le quiera llamar. Lo mejor de mi paso por este instituto fueron los momentos de conciertos que daban los maestros y los espectáculos en el auditorio que nunca olvidaré y por supuesto las excursiones que realizábamos.
Carrera solidaria.
Excursión.

Todo no fueron llantos.

En mi primaria, todo no fueron llantos. Los seis años no estuve llorando, si hubiese seguido llorando me hubiese reído de mi misma porque eso es una barbaridad. Recuerdo que en primero de primaria cuando no lloraba la maestra me ponía una nota diciendo que no había llorado y mis compañeros me aplaudían, ahora esta situación me resulta muy vergonzosa, ahora la vergüenza que me da pensar en esa situación no es normal.

Los maestros que recordaba, recuerdo y recordaré siempre, como dije en una entrada anterior, son María del Mar. Ella fue también un pilar fundamental en mi vida, porque ella hacía que los días fuesen más cortos y que los malos momentos que pasaba, no fuesen tan malos. De ella me acuerdo bastante aunque yo solo tuviera 6 añitos, la recuerdo como el primer día aunque su cara no la recuerdo del todo bien pero de sus hechos me acuerdo de todo. Me encantaba como nos enseñaba las letras del abecedario, cada día al llegar a clase había una letra diferente con un dibujo en la pizarra. Era maravillosa.

Otro maestro para recordar, es Nacho. Un maestro que vale mucho y hace que todos los niños estén deseando que llegue la hora de música porque es la hora más divertida que podíamos tener. Cada día hacíamos algo diferente, lo que más recuerdo es un día que en parejas teníamos que prepararnos una canción y después cantarla delante de él y de nuestros demás compañeros. Seré tímida pero en esos momentos la timidez fue algo insignificante porque este maestro da tal confianza que la timidez desaparece.
Qué suerte tuve de tenerte de maestro, Nacho.
Música como estilo de vida.
Y por último y no menos importante, la maestra Maribel. Ella hacía las clases de  inglés más amenas y para decir cosas de ella sobran las palabras. Simplemente es única.

Y con esta foto cierro mi etapa educativa de primaria.
BONITOS RECUERDOS.

martes, 21 de abril de 2015

El otro final de Gregor Samsa.

Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Desde esa mañana que sufrió la transformación, ninguna persona de su familia lo quería ayudar, incluso su jefe cuando lo vio acabó huyendo de él lo que hizo que Gregor se encerrara en su habitación.

Un día escuchó un ruido, se trataba del cierre de la manivela de su habitación, se escondió debajo de sus sábanas, esperando que fuese alguien de su familia y que pronto se marcharía. Cuando escuchó la puerta cerrarse, Gregor se asomó por debajo de las sábanas descubriendo a alguien desconocido entrando en su habitación.

Gregor sentía que alguien se acercaba donde él estaba, hasta que de repente notó que le estaban quitando de encima las sábanas donde solía estar. Cuando estaba completamente destapado, se dio cuenta que era un chico de dieciocho años, alto y moreno. Los dos se quedaron mirando sorprendidos hasta que uno de ellos decidió hablar.

-¿Quién eres?, ¿cómo has llegado hasta aquí?- le pregunta Gregor asustado.

-Me llamo Hansel y me colé por la puerta del patio- respondió el chico.

Ambos empezaron a hablar, primero tímidos pero poco a poco, Gregor comenzó a hablarle de su trabajo, de  sus viajes, de las cosas que había visto, etc. El muchacho le contó que le encantaría poder ver el mundo y poder viajar. Poco a poco, fueron cogiendo confianza y se hicieron amigos muy rápido, incluso Hansel convenció a Gregor para que recuperara su trabajo y continuara viajando. Gregor no se mostró muy convencido hasta que Hansel se ofreció para acompañarlo en cada uno de sus viajes.

Es así como ambos amigos comenzaron sus aventuras, recorriendo el mundo. Hasta que una noche Gregor, despertó de un sueño agitado y de repente se encontró que vuelve a tener el cuerpo de un ser humano, ya no era ese monstruoso insecto.

¿Cómo conocí a mi Aida?

Nos conocimos a través de una antigua amiga. La primera vez que quedamos íbamos a un acto que hacía el instituto en el auditorio pero no intercambiamos muchas palabras porque nos daba vergüenza y Aida estuvo muy poco rato. Desde ese momento, comenzamos a hablar por whatsapp todos los días, a todas horas y descubrimos que nos unía más cosas de lo que pensábamos.

Lo que descubrimos hablando todos los días es que tenemos muchas cosas en común, como por ejemplo, nuestros gustos musicales. Poco a poco, íbamos cogiéndonos confianza y nos dimos cuenta de que podríamos llegar a ser muy buenas amigas. Esto pasó más o menos hace un año y medio en primavera y ese año coincidió de que Aida se iba mucho a Granada a casa de su hermana y no podíamos vernos tanto. Todas las veces que bajaba al pueblo quedábamos para ir a la playa, tomar algo, etc. 

Todo esto se convirtió en una rutina diaria, desde ese momento hemos vivido tanto momentos buenos como malos pero siempre hemos permanecido juntas. 
Recuerdo que como yo era muy tímida, Aida me dijo que como iba a empezar 2º de bachiller en el Nazarí, que me sentara con ella, ya que yo no sabía con quién iba a caer en clase. Ella me preguntó los motivos por los que no pude estudiar ese año y el por qué me cambiaba de instituto, le conté brevemente lo que me ocurrió.

Al comenzar el instituto, como damos las mismas asignaturas, estamos en la misma clase y nos sentamos juntas, hasta día de hoy me alegro mucho de haberla conocido, porque somos tal para cual.
Un momento de muchos.

miércoles, 15 de abril de 2015

Mi etapa de primaria.

Continua con mi etapa en primaria en el colegio "Mayor Zaragoza", como siempre seguía llorando porque no sabía en que clase me iba a tocar ni con que compañeros y compañeras. Tampoco quería ir a clase, no cambiaba mi manera de ser cuando era paqueña, yo quería estar en mi casa con mi madre.

Ahora lo pienso y la verdad es que no se por qué lloraba, porque pienso en la primera maestra que tuve en primero de primaria y la manera de dar clase que tenía y además ella era todo un encanto, una maestra que vale la pena recordar siempre por los momentos que nos ha hecho vivir a pesar de mis lágrimas que las vamos a dejar en un segundo plano.Tuve la mejor maestra que se puede tener al empezar en un colegio "nuevo" y una nueva etapa escolar que no sabes como será.

Los maestros que más me han marcado en mi etapa de primaria fueron María del Mar, la maestra de la que he hablado anteriormente, Nacho, el maestro de música, y Maribel, la maestra de inglés. A mi estos tres maestros me han hecho pasar muy buenos momentos y si me dicen que tengo que elegir el mejor entre los tres, no sabría qué decir, me pondrían entre la espada y la pared porque es imposible decir un nombre, cada uno es el mejor "a su manera".

Lo que puedo destacar también, son mis compañeros de primaria. No me puedo quejar de los compañeros que me tocaron aunque había uno que no me transmitía buenas sensaciones por su comportamiento en clase y su apariencia. En el recreo, todos eramos uno, cuando alguno tenía un problema, todos íbamos a ayudarle como pudiéramos o si no podíamos ayudarle nosotros, llamábamos a algún maestro para ver si podía hacer algo por nuestro compañero. Pero lo que para nosotros eran grandes problemas y no sabíamos solucionar, los maestros los solucionaban en un "pís pas".

Pero eso sí, cuando llegamos a sexto, que nadie nos dijera nada porque nos sentiamos los "mayores" del colegio y a los "mayores" había que respetarlos.

Pero esto no se acabó aquí porque la aventura educativa continuó...

sábado, 11 de abril de 2015

Mi primer día de cole.

Anteriormente he hablado de mi etapa de infantil desde los tres años hasta los cinco pero ahora me voy a centrar en el primer día de colegio. Esta entrada la haré como una entrevista a mi madre porque yo de mi primer día no me acuerdo absolutamente de nada.

Comienzo con la entrevista a mi madre:

1. Cuando se acercaba el día, ¿cómo reaccionaba?
No te dabas cuenta de lo que te esperaba porque eras demasiado pequeña y todavía no entendías nada.

2. ¿Cómo me levanté ese día que sabía que empezaba el cole?
Te levantaste contenta porque te dije que te llevaba a un sitio muy divertido donde podías jugar con más niños, que había un patio muy grande y muchos juguetes.

3. Cuando llegué al cole, ¿qué hice?
Cuando llegamos al cole, yo subí contigo a la clase y no te separabas de mí en todo el rato, ya no querías estar con nadie más. Te dejé con unas compañeras y en un descuido me fui de la clase sin que te dieras cuenta pero después cuando llegué a por ti, la seño me dijo que no paraste de llorar.

4. ¿Hice amigos rápido?
Si hiciste amigos rápido, te llevabas muy bien con ellos y te esperaban para subir a clase todos juntos.

5. Cuando me preguntaste que cómo me había ido el primer día, ¿que te dije?
Me dijiste llorando "¡¡¡maaaami, yo no quiero ir más!!!" y yo te decía "sí, mañana otra vez que se está muy bien en la escuela con tu seño y tus amigas."

6. ¿Salí contenta del cole o seguía llorando?
Salías contenta porque sabías que te venías conmigo.

7. ¿Tenía ganas de volver a ir?
No.

8. ¿Me llevaba bien con todos mis compañeros?
Con las niñas te llevabas con casi todas muy bien y con los niños también bien pero no te ibas con todos a jugar.

9. ¿Alguna anécdota que me pasó que recuerdes?
Sí, había un niño en tu clase que no te dejaba en paz porque decía que estaba enamorado de ti, quería estar siempre a tu lado. La seño se reía porque decía que ponía "carita de tonto". Este fue un motivo para que quisieras ir menos al cole.

10. ¿Celebrábramos mucho los carnavales? ¿Lloraba?
Sí se celebraban, uno de los que más te gustó fue el de maga, que ibas vestida toda de amarillo. No llorabas, porque estaba yo y había fiesta.

Pequeños recuerdos.
Así acaba mi entrevista, mi madre me ha hecho recordar cosas que yo ni me acordaba y reírme de otras, porque ahora al crecer es gracioso recordar lo que te ocurrió desde los tres años hasta los cinco y las reacciones que tenías de pequeña.

Mi etapa de infantil.

Comencé mi etapa de infantil con tres años en el año 1998, en el colegio "Juan Ramón Jiménez". No recuerdo gran cosa de esta etapa de mi vida pero con lo poco que recuerdo y con lo que me cuenta mi madre, es suficiente para hacer un resumen de esta pequeña historia de mi recorrido escolar.

En mi colegio, había clases de colores, es decir, la puerta de cada clase que compone este colegio son cada una de un color. No sé cómo pero descubrí que la mía era la amarilla y desde ahí decía que mi color favorito era el amarillo, no se por qué, porque a mí ir al cole no me gustaba. Y ya que hablamos del color amarillo, antes de subir a clase, había una línea amarilla donde nos teníamos que poner mis compañeros y yo para subir a clase, según dice mi madre, yo tenía que esperar a una amiga para subir con ella de la mano porque sino no quería subir, sin ella no iba a entrar.

Recuerdo que lloré desde el primer día hasta el último, era una llorona. Mi madre dice que cuando salía al recreo paraba de llorar y cuando eran los carnavales o alguna fiesta no lloraba, yo creo que me iba la marcha porque lloraba cuando estaba en clase pero en las fiestas no. También recuerdo que estábamos un grupo de amigas que no nos separábamos nunca y si nos separamos, fue porque algunas se tuvieron que ir a otro colegio o algo así que no recuerdo bien.

Por último y lo más importante, es la seño que tuve. Se llama Mari Carmen, una persona muy importante en mi vida que supo cuidarme como nadie y aguantar todos mis llantos, supo calmarme y que me sintiese protegida en sus brazos. A ella la sigo conservando, sigo teniéndola a mi lado para lo que necesite y le tengo un gran cariño. Cada vez que la veo, mis dos besos se los lleva y de su boca siempre sale "Saray, cuando necesites algo me llamas". Ella era, es y será para toda la vida mi seño Mari Carmen.

Pero esto no acabó aquí, continuará...