jueves, 26 de febrero de 2015

Antihéroes. (Lit. Universal)

Hoy en día han aparecido algunas nuevas series donde sus personajes han acabado siendo  personajes admirados e incluso imitados. Me estoy refiriendo a los protagonistas de series como “Dexter” o “Breaking bad”, lo cual me sorprende ya que este tipo de personajes no se caracterizan por ser las mejores personas del mundo, más bien todo lo contrario, estos antihéroes hacen sencillamente lo que les da la gana, al margen de la ley y en lo que nos parece un mundo sin consecuencias.

Me parece extraño la simpatía que determinado público acaba teniendo por este tipo de series y de protagonistas, según el artículo de Bárbara Ayuso, “Los llamamos antihéroes, pero son hijos de puta y nos encantan”, existen varias razones para crear esa empatía entre el espectador y este héroe-villano.
La primera sería que llegamos a entender la motivación por la cual el personaje hace todas esas acciones que no son correctas, por ejemplo, en el caso de “Dexter” estamos ante un psicópata y asesino en serie, pero claro, como solo mata a otros asesinos no nos parece tan malo; algo similar ocurriría en el caso de la serie de “Breaking bad”. Estamos tratando de justificar las acciones de estos héroes pocos comunes. La segunda razón por la que estos personajes acaban cayendo bien puede parecer más una reflexión psicológica, es decir, vemos estas series como una forma de realizar esas acciones mal vistas y delictivas, sin consecuencias.

En definitiva, creo que la verdadera razón de que estas series gusten, y de que simpaticen sus personajes es de que estamos hablando de ficción, por mucho que queramos justificar que un asesino mate a otros asesinos, en la vida real no lo trataríamos de la misma forma. Por último, este tipo de series no se encuentran dentro de mis gustos por lo que me cuesta entender la empatía hacía estos “héroes” por mucho que se intente justificar.

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